sábado, 19 de septiembre de 2009

Se nos fue el gran Manuel H.








En las paredes del estudio fotográfico de Manuel Hermelindo Rodríguez, más conocido como Manuel H., la vida siempre se detuvo en fragmentos: las fotografías de la vaquilla que alguna vez intentó cornear a Belisario Betancur, las memorias incendiarias de El Bogotazo, las hazañas de César Rincón y la corneada que sufrió el legendario Paquirri, vivieron por décadas en su estudio de la esquina de la carrera séptima con veintidós. Pero el viernes, a las 3 de la tarde, toda la vida palpitante de ese estudio con más de 200.000 fotos y 400.000 negativos (según su contabilidad manual), desapareció para siempre. Manuel H. Rodríguez falleció a los 89 años. Su cámara Nikkon y su zoom de 500 ya no estarán ahí para capturar el mundo y sus sorpresas.

Nació en 1920 y fue tipógrafo de profesión hasta los años 40, pero una invitación que le consiguió Hernando Santos para entrar al callejón de la Plaza de Toros La Santamaría, cambió para siempre su destino. Los toros y la fotografía se cruzaron en su vida para convertirlo en uno de los retratistas y testigos privilegiados de la historia del país.

Cuando apenas empezaba a entender cómo funcionaba su máquina de retratos, capturó un instante que le abriría las puertas del reconocimiento y lo haría respetado entre el competido gremio de fotógrafos: la foto del rostro de desilusión con el que se retiró el para entonces gran señor del toreo Manolete de la plaza de Bogotá.

Su pasión por los toros nació desde cuando era chico. Su casa de niño quedaba cerca a la vieja plaza de toros de San Diego y el encargado de vigilar la puerta lo dejaba entrar junto con su hermano para que disfrutaran del espectáculo taurino que lo obsesionaría durante toda su adultez.

Pero su lente no sólo estuvo en la arena taurina. El ruedo político, los reinados y la violencia también fueron quedando inmortalizados por su blanco y negro. A fuerza de asistir a todos los eventos que se registraban en la ciudad, se convirtió en fotógrafo de periódicos como El Liberal, El Tiempo —durante 20 años—, El Espectador y la revista Estampas, en donde siempre admitió que publicó lo mejor de su trabajo.

Manuel H. ha muerto, pero su legado de miles de fotografías es una evidencia innegable de la historia de Colombia.

------ artículo, El Espectador ------

mira mas de su espectacular legado aquí

No hay comentarios:

Publicar un comentario